Uno podría decir que si te gusta algo, y tienes más de ello, serás más feliz. Por lo tanto, tener más de lo que te gusta es uno de los caminos a la felicidad. ¿Cierto?
Ya sabrás que esto no es así (y si no, aquí lo tienes), y puede resultar evidentemente ser una paradoja. ¿Cuánto es suficiente? ¿cuánto es demasiado? ¿hasta cuando tenemos que crecer y estar contentos con lo que hacemos y producimos?
Estas preguntas son importantes porque tienen una relación directa con nuestra felicidad y sentido de ser (y lo que vamos a querer hacer para más adelante). Y para dar un par de luces sobre estas preguntas, necesito presentarte el concepto del Miswanting.
Es complicado poder traducir al español la palabra Miswanting (si, así se escribe y no es con dobre "s"), yo intento verlo desde el término "wanting" (querer) y "missing", llegando a mi traducción de "no-acertar-al-deseo". (Google lo traduce como "deseo", traducción que creo que se queda un tanto corta).
Justamente, los psicólogos Dan Gilbert y Timothy Wilson de Hardvard presentan el Miswanting de la siguiente manera (aquí un link hacia el paper de la U. de Harvard):
El Miswanting es el acto de estar equivocado sobre qué y cuánto te gustará algo en el futuro.
Tendemos a creer que si algo nos gusta ahora en el momento, nos gustará en el futuro de la misma manera. Y lo pero de todo, es que tendemos a creer que predecimos de forma correcta siempre, como si nuestras predicciones sobre nuestra felicidad futura fuesen verdad por algún motivo.
Esto podemos verlo, por ejemplo, cuando un adolescente tiene que elegir una carrera que (aparentemente) será el centro de su vida (muchos de nosotros siguen intentando descifrar qué harán en sus vidas). Esto genera una gran presión en esta elección, que llega a transformarse en algo serio, porque esta misma predicción nos hace creer que tiene que ser algo que va a "gustarnos en el futuro", por lo que tendemos a preguntarnos qué es lo que nos gusta en el presente.
Y nos damos cuenta de que saber lo que nos gustará después es algo muy difícil de lograr. Nos olvidamos de que el día de mañana podríamos tener otras preferencias, gustos e ideas.
Cómo se genera el Miswanting
El Miswanting está fuertemente potenciado por 3 aspectos fundamentales:
1. Imaginamos el evento erróneo
Usualmente cuandnamos un evento futuro, viene con una emoción (dec. Esta emoción es como una pequeña "pestaña" para lo que sentiremos en el futuro. El problema deviene de que esta pequeña "pestaña" llega a teñir mucho ese evento imaginario, y por lo tanto, puede llevarnos a decidir si vamos a tomar una decisión o no. Les damos una importancia demaciado grande a las emociones que nos vienen con el evento en nuestra mente.ente.nte.te.e.
Al momento de evaluar algo, nos imaginamos el evento futuro y con ello también llegan emociones. Esta imagen mental es nuestro "referente" de lo que deberíamos "vivir en el futuro".
Por ejemplo, si nuestra esposa nos invita a una fiesta el viernes por la tarde, nos creamos una imagen de alguna fiesta imaginaria, y con esa escena en mente, viene una emoción, y con esa emoción podríamos decidir si ir o no (sin siquiera saber si le gusta o no la fiesta porque no lo ha vivido, o incluso sin saber más detalles de cómo será la fiesta).
El error está siempre en que tenemos un evento imaginario en mente, y como cualquier predicción, está sujeto a posibles errores. No sabremos cómo será algo hasta que lo vivamos.
Simplemente asumimos que esta predicción es cierta, y por lo tanto solemos errar al pensar que el futuro será exactamente igual. Hasta que nos damos cuenta de que al ir, terminó siendo más divertido de lo que habíamos pensado y finalmente que valió la pena poder asistir.
2. Usamos la teoría incorrecta
¿Porqué tomamos decisiones que terminan por no gustarnos en el futuro? Esto es porque tenemos ideas imperfectas sobre nosotros mismos y por esto mismo, hacemos predicciones imperfectas sobre cómo reaccionaremos en eventos futuros.
Aquí dos ejemplos:
Un estudio les permitió elegir un "snack" preferido a unos trabajadores para que puedan disfrutar de ellos todos los lunes. Incluso podían diseñar sus snacks con adelanto. Al llegar el lunes, lo que se vio es que las personas no estaban tan felices, porque el snack no cumplió las expectativas que esperaban, decían cosas como "no era mi snack favorito" (Simonson, 1990). Tenían tan metida en la cabeza la idea de su "snack" ideal, que al llegar la realidad, terminaron desilusionados, habiendo hecho el "Miswant" de creer que eso deseaban.
Otro ejemplo: si piensas en tus vacaciones perfectas, de seguro pensarás en sol, en playas, agua templada, etc. Te has diseñado con antelación unas "vacaciones" ideales, pero al llegar te das cuenta que requiere de mucha estructura, planificación, estimulación intelectual para saber qué hacer. Todo esto lleva a que la realidad no cumpla con lo imaginado. Nuevamente, fallaste en predecir cómo te gustarán tus propias vacaciones.
Asumimos un que nuestro ideal imaginado ocurrirá en el futuro, pero erramos al creer que tendremos una predicción, porque tenemos una "teoría" que fundamente el porqué deberíamos sentirnos de cierta forma en el futuro. Cosa que no ocurre.
3. Malinterpretamos sentimientos
Usualmente cuando imaginamos un evento futuro, viene con una emoción (como dije arriba en el primer punto). Esta emoción es como una pequeña "pestaña" para lo que sentiremos en el futuro. El problema deviene de que esta pequeña "pestaña" llega a teñir mucho ese evento imaginario, y por lo tanto, puede llevarnos a decidir si vamos a tomar una decisión o no. Les damos una importancia demaciado grande a las emociones que nos vienen con el evento en nuestra mente.
De hecho, sabemos bien que estas emociones pueden estar amplificadas o incluso distorsionadas por otros eventos que ocurren en nuestra vida:
Gilbert en su paper nos entrega el ejemplo de qué pasa si quieres ir a un evento como ir al circo, y te emociona ir, pero al mismo tiempo, te dijeron que tu tío se logró curar de una psoriasis de forma milagrosa. Estas emociones se potencian, y terminas comprando el ticket al circo con mucha expectativa y entusiasmo. Llega el día en si para ir al circo y no la pasas tan bien, y te preguntas el porqué pusiste tanto dinero en algo que no te gustaba tanto en primer lugar.
Las emociones llegan pero no nos dicen cuál es su origen, y pueden llevarnos a creer que vienen de cierto lugar (en este caso que la emoción viene fuertemente de querer ir al circo), y en realidad vienen de otro lado (de la noticia de la recuperación del tío).
Podemos encontrar otros ejemplos que se han estudiado:
La gente puede sentir que está cabizbaja o incluso tristes, cuando en realidad, lo que estaba también influyendo ese día era la lluvia y el clima gris (Schwarz & Clore, 1983).
Creer que una persona es más atractiva, porque la emoción y aceleración del corazón viene porque estás con cierta persona, pero en realidad era porque estaban juntos en un puente colgante que fue el causante más grande de porqué tu corazón estaba más activo (Dutton & Aron, 1974).
En un futuro Blog escribiré de otras investigaciones que (como spoiler) descubrieron que tendemos a creer que la felicidad que no entregan las cosas que nos hacen felices duran más tiempo del que realmente ocurre. Es decir, sobrevaloramos la emoción que nos traen las cosas a futuro, generando este sesgo a que grandes experiencias (como casarse, por ejemplo), deberían darnos una felicidad más duradera de la que realmente tendemos a percibir realmente.
Recuerda:
El Miswanting es el acto de estar equivocado sobre qué y cuánto te gustará algo en el futuro.
La solución:
- mi análisis
- Que es algo natural
- Que es necesario saber que no siempre nos gustará algo y que siempre estamos descubriendo
- Conócete más para saber qué te gusta y si no, intenta cosas nuevas y dales tiempo para saber si es lo tuyo o no.
- No asumir sobre el futuro, ya sea para bien o para mal
- hacer el ejercicio práctico de preguntarnos porqué no nos gustó algo, y porqué lo elegimos realmente.
- Recordarnos de que la desilusión se debe a expectativas
Ahora viene el análisis y solución práctica que le encuentro al Miswanting. Pero antes, quiero puntualizar de que el proceso de Miswanting es muy natural, que esto muchas veces no lo controlamos y que es un impulso comprensible de querer saber cómo estaremos emocionalmente a futuro. ¿Para qué? (te preguntarás), bueno, pues para poder tomar la mejor decisión posible (algo muy estudiado por la psicología del marketing).
Entonces, habiendo hecho eso, esto es lo que podemos hacer para evitar lo negativo del Miswanting.
Recordar que en el futuro puede no gustarnos algo que hoy sí: saber qué queremos, saber qué nos estimula es un camino complejo lleno de altos y bajos. No nos hace nada de mal recordar que mañana podríamos tener otros gustos, y que eso está bien. :)
Elegir y equivocarnos o ser felices con nuestras decisiones nos calibra: independinte de si más adelante no te gusta lo que elegiste es importante poder aprender de ello. Y aprender es "calibrar la brújula" que nos ayuda a tomar mejores decisiones. Por ejemplo, me he dado cuenta de que no me gusta cualquier tipo de ropa deportiva, y que he sido más feliz cuando escojo el mismo color y marca que siempre (aburrido? para mi no hahaha). Calibrar para mi, es no seguir probando "nuevas" prendas de ropa, porque ya encontré lo que me hace feliz (sin estar cerrado a ver en el futuro alguna otra marca! Como digo: "siempre abierto al cambio").
No asumas sobre el futuro: ya sea que asumas que no te va a gustar algo o no, NO ASUMAS. Hazte el favor de no asumir algo e intenta descubrir qué puede pasar. ¿Te invitaron a una fiesta y ASUMES que el ambiente estará apagado? ¿Salió el nuevo iPhone y de seguro ASUMES que hará la diferencia al modelo anterior?. Asumir puede tener una buena intención, pero sólo puede causar falsas expectativas y desiluciones.
Haz este ejercicio práctico: pregúntate porqué no nos terminó gustando lo que elegimos y también porqué lo elegimos en primer lugar. Estas preguntas pueden ayudarnos a saber qué hay detrás de nuestras decisiones.
Referencias
Dutton, D. G., & Aron, A. P. (1974). Some evidence for heightened sexual attraction under conditions of high anxiety. Journal of personality and social psychology, 30(4), 510.
Gilbert, D. T., & Wilson, Timothy D. ”Miswanting: Some problems in the forecasting of future affective states.” In Thinking and feeling: The role of affect in social cognition, edited by Joseph P. Forgas, 178-197. Cambridge: Cambridge University Press, 2000.
Schwarz, N., & Clore, G. L. (1983). Mood, misattribution, and judgments of well-being: informative and directive functions of affective states. Journal of personality and social psychology, 45(3), 513.
Simonson, I. (1990). The effect of purchase quantity and timing on variety-seeking behavior. Journal of Marketing research, 27(2), 150-162.
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