El arte de rendirse en el momento perfecto
Todos nos hemos encontrado con la sensación de que no deberíamos seguir haciendo algo. Esto puede pasar tanto con un trabajo, como con alguna relación en la que estemos, y no sabemos si realmente deberíamos seguir o no.
Esta es una pregunta complicada, sobre todo si sientes que has invertido tanto tiempo y esfuerzo en lo que has hecho. Ahora si, hay que tomar con cuidado este tipo de pensamientos porque puede transformarse también en una excusa o una justificación para seguir amarrados a las cosas.
La solución no está realmente en que si algo es cómodo o no, ese tampoco termina siendo un buen referente para saber si debemos dejar algo de lado o no. Esto lo digo porque las oportunidades que más cuestan y las que menos cómodas son, suelen ser las que efectivamente nos llevan a mejores recompensas.
Entonces, qué tengo que saber para poder dejar algo de lado?
Hay que entender lo que seth godin describe como "renuncia estratégica".
Renuncia estratégica
Desde niños se nos ha inculcado que las oportunidades son buenas y no hay que soltarlas, que renunciar a un trabajo es lo peor del mundo y que deberíamos quedarnos en un lugar porque la "estabilidad" es lo mejor.
Lo que ocurre en realidad, es que no hacer nada, puede llevarnos a sentir poca satisfacción por nuestro trabajo, si el lugar en donde estamos (o la situación cualquiera que sea) cumple con cierta característica que describiré más adelante.
Renunciar se vuelve entonces una forma que tienen las empresas y grandes organizaciones para poder avanzar y mejorar.
Imaginemos que una multinacional lanza un producto novedoso, pero que no es para nada bien recibido por las críticas y el mercado en general. Incluso si ellos creen que es un producto de valor, de nada sirve poder mantenerlo en las estanterías si no se vende bien, por lo que hay que evaluar la posibilidad de rendirse y seguir con otro producto y una nueva idea.
Un buen ejemplo de esto, es el fracaso que tuvo Coca-Cola cuando en 1985 lanzaron una revisión con una nueva receta secreta, la "New Coke". La gente terminó completamente indignada porque no era el producto que querían. Todos quería más de lo mismo, por lo que rápidamente Coca-Cola tuvo que retirar todo el esfuerzo en marketing que habían realizado hasta la fecha.
El problema no es fallar, el problema es no renunciar a tiempo, y la solución conlleva reconocer cuándo el esfuerzo puesto, no conlleva beneficios.
Existen cientos de ejemplos sobre renuncias "exitosas", renuncias que te llevan a priorizar cosas más importantes, proyectos que te traigan mayores beneficios.
Y te recomiendo poder identificar las siguientes curvas (tanto en tu vida, como en tus relaciones) para analizar cuándo es necesario evaluar una retirada.
Cul-de-Sac
Dentro de las curvas que nos propone Seth Godin en su libro "The Dip", es el llamado "Cul-de-Sac" (del francés "camino sin salida"). En el gráfico (ver fig. 1) se observa cómo el Cul-de-Sac, más que una curva, parece ser una linea plana.
En efecto, estas situaciones no entregan muchos resultados si le entregas mucho esfuerzo.
Esta curva está muy relacionada a otra conocida como The Cliff (del inglés, acantilado) (ver nuevamente fig. 1). Esta segunda curva, tiene la particularidad de que se logran observar resultados luego de poner esfuerzo, pero tampoco se ve que existen mayores dificultades.
El problema viene cuando vemos que finalmente, al igual que cuando estamos en un Cul-de-Sac, nos estancamos y los resultados tampoco terminan siendo lo que buscábamos.
Ambas curvas llevan a fallar.
Si sientes que estás frente a una de estas dos curvas, tu necesitas renunciar. No pronto, sino que justo ahora. En mayor obstáculo hacia el éxito en la vida, es la inhabilidad de renunciar a estas curvas lo más pronto posible. - Seth Godin
Cerremos...
Reconocer la existencia de estas curvas, es importante para reconocer la existencia misma de situaciones por las que no valen la pena poder luchar.
Estas situaciones, trabajos y todo tipo de relaciones existen y están allí afuera en el mundo. No es para nada grato encontrarnos con que estamos en alguna de esas dos curvas, porque el primer pensamiento suele ser el de "he estado perdiendo mi tiempo", y creo que verlo desde esa mirada no es del todo cierta.
Ver estas situaciones como "perdida de tiempo" es no ver el potencial de aprendizaje que podemos sacar de todo esto. Y esto es la capacidad de reconocer y renunciar de forma estratégica.
Mientras más nos entrenemos en este arte, más tiempo tendremos para las cosas que si nos importan, y lograremos llegar a más personas, situaciones y oportunidades que valoran nuestro trabajo y dedicación por las cosas.
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